“Yo no necesito hacerme rico. Lo que quiero es tener la tranquilidad de que a mi familia nunca le va a faltar de nada”.
Esta es una frase que escucho a menudo por parte de mis clientes, y que quizá resuene contigo.
Porque tú seguramente has estado muchos años esforzándote para acumular tu patrimonio actual. Me refiero a:
- Los ahorros que tienes en el banco “por si pasa algo”.
- El fondo para cuando tus hijos vayan a la universidad.
- El dinero que has ido acumulando para ese gran viaje que queréis hacer.
- Y también bienes materiales como tu propia vivienda, de la que todavía te quedan algunos años de hipoteca.
Y aunque ahora mismo tienes una economía bastante estable y no parece que ese patrimonio peligre, una parte de ti no deja de pensar…
¿Y si pasa algo?
- ¿Y si surge un imprevisto y no tienes suficientes ahorros para afrontarlo?
- ¿Y si te ves obligado a endeudarte?
- ¿Y si pierdes tu empleo y tardas mucho tiempo en encontrar otro?
Los imprevistos son parte de la vida. Y si no estás preparado para afrontarlos, pueden llegar a provocar una mella importante en tus ahorros.
¿La solución?
Blindar tu patrimonio familiar. Protegerlo frente a cualquier amenaza.
Esto es parte del servicio que, como asesor financiero, les ofrezco a mis clientes.
Y aquí voy a mostrarte cómo lo hago (y todo lo que debes tener en cuenta si quieres proteger tus ahorros frente a las “sorpresas”).
¿Me acompañas?
CLAVES PARA PROTEGER TU PATRIMONIO FAMILIAR
Proteger tu patrimonio implica actuar en dos frentes principales:
- Prepararse para imprevistos: estar listo para afrontar situaciones inesperadas sin que afecten gravemente tus finanzas.
- Combatir la inflación: asegurarse de que no pierdes poder adquisitivo con el paso del tiempo.
- Hacerlo crecer: poner a trabajar tus ahorros para que sigan creciendo continuamente te dará más seguridad ante posibles problemas.
Te explico en detalle cómo trabajo cada uno de estos puntos con mis clientes.
1. Prepárate para los imprevistos (porque llegarán)
Como te decía, no puedes evitar que surjan problemas y contratiempos. Lo que sí puedes hacer es prepararte (financieramente hablando) para que no hagan tambalear tus finanzas.
Te muestro cómo hacerlo.
A. Lleva un presupuesto familiar
Cuando comienzo a trabajar con un cliente, lo primero que le pido es que registre todos sus gastos e ingresos.
Dicho de otra manera: que elabore un presupuesto familiar.
Esta es una herramienta clave dentro de cualquier plan financiero, porque te permite saber con mucha precisión:
- Cuánto gastas e ingresas al mes.
- Dónde se te va el dinero.
- Qué gastos tienes previstos (y que no te pase lo típico de “No me acordaba de que tocaba pagar el seguro del coche y se me han descuadrado las cuentas de todo el mes”).
Llevar un presupuesto te da la tranquilidad de saber que no estás gastando más de lo que puedes (y te da una visión clara sobre tu situación financiera actual).
B. Crea un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia te permite enfrentar gastos inesperados sin endeudarte.
Por ejemplo, si:
- Se te estropea el coche y la reparación es muy cara.
- Pierdes tu empleo y dejas de percibir ingresos.
- Necesitas ayudar a un familiar que está en una situación económica complicada.
Si tienes un buen colchón financiero ahorrado, podrás hacer frente a estas situaciones sin que eso afecte a tu economía.
La recomendación general es que este fondo cubra entre tres y seis meses de tus gastos habituales (aunque esto puede variar según tu caso).
2. Combate la inflación y haz crecer tu patrimonio
Como les suelo explicar a mis clientes: ahorrar es importante, pero no suficiente.
¿El motivo? La inflación.
Los precios van aumentando con el tiempo, lo que significa que cada vez puedes comprar menos cosas con el mismo dinero (pierdes poder adquisitivo).
La solución es invertir tu dinero para:
- O bien igualar el impacto de la inflación.
- O mejor todavía, hacer crecer tus ahorros y que tu patrimonio crezca exponencialmente con el tiempo.
Lo importante es invertir haciendo las cosas bien.
Lo desarrollo.
A. Plan de inversión personalizado
Antes de poner tus ahorros a trabajar para ti, necesitas una buena planificación financiera.
Una que esté alineada con tus objetivos.
Por ejemplo, la estrategia de inversión que diseño para un cliente variará mucho según:
- Su objetivo: no es lo mismo ahorrar para la jubilación que para la universidad de sus hijos o para adelantar la hipoteca.
- Su situación financiera: ¿tiene deudas? ¿Ha creado ya su fondo de emergencia? ¿Cuánto capital tiene disponible? ¿Y cuánto puede invertir al mes?
- Sus preferencias y perfil como inversor: dependiendo del nivel de riesgo que pueda asumir, por ejemplo.
Todo esto es importante para elaborar una estrategia que se ajuste bien a ti.
Claro que esto es solo el principio…
B. Diversifica tus inversiones
“Carlos, no me fío, invertir me parece demasiado arriesgado”.
Este es otro comentario que recibo mucho. 😉
Lo que les explico a mis clientes es que sí: invertir siempre supone un riesgo. Pero en términos generales, es un riesgo controlado.
Haciendo las cosas bien lo normal es que tu patrimonio acabe creciendo.
En mi caso, cuando planifico la estrategia financiera de un cliente, incluyo “barreras de protección” para reducir el riesgo.
Y la más importante es la diversificación.
Cuando tu dinero está repartido en diferentes activos, sectores, etc., estás más protegido (si una parte de tu cartera pierde valor, las ganancias que generes con el resto compensarán esas pérdidas).
Como se ha dicho toda la vida: no pongas todos los huevos en la misma cesta.
C. Revisa periódicamente tu plan financiero
Otra manera de reducir el riesgo es invertir a largo plazo.
Pero en este caso, es muy importante revisar de manera regular el estado de tu inversión, y hacer cambios cuando sea necesario.
Las circunstancias cambian, los mercados suben y bajan, y es fundamental que estés atento para realizar cambios en tu estrategia cuando sea necesario.
Ojo, eso no significa estar todo el día mirando las noticias de la bolsa.
Para que te hagas una idea, con mis clientes realizo una revisión de su estrategia cada tres meses.
De esta forma vamos ajustando su plan financiero al estado del mercado, pero también a sus objetivos y situación personal (porque si tus prioridades cambian, tu estrategia de ahorro e inversión también debe hacerlo).
D. Controla tus emociones al invertir
Las emociones son malas consejeras cuando se trata de dinero.
Te pongo un ejemplo.
Imagina que has metido una parte de tus ahorros en un fondo que invierte en empresas japonesas. Y un día el mercado japonés cae, así que ahora tu inversión en esas empresas valen menos que antes.
Tu primer impulso podría ser vender las participaciones que tienes en ese fondo (aunque pierdas dinero al hacerlo).
Pero eso podría ser una mala idea.
Los mercados suben y bajan, y puede que con el tiempo esas inversiones remonten y te generen ganancias.
Por eso tu estrategia debe contar con mecanismos que te permitan tomar decisiones racionales, y que te protejan (a ti y a tus ahorros) de tus propias emociones.
Y por eso yo incluyo este tipo de mecanismos en las planificaciones de mis clientes. 😉
E. Cuidado con la fiscalidad
Cuando inviertes tu dinero, debes tener muy presente la fiscalidad.
De lo contrario, puede que una buena parte de los beneficios que generes se te vayan en impuestos.
Este tipo de situaciones se pueden evitar con una estrategia fiscal óptima.
LA MEJOR MANERA DE PROTEGER TU PATRIMONIO FAMILIAR ES…
Contar con el apoyo de un asesor financiero.
¿Por qué? Te lo explico con un ejemplo muy sencillo.
Imagina que quieres proteger tu hogar con una alarma. ¿Qué opción crees que es mejor?
- Instalarla tú mismo siguiendo un tutorial que has encontrado en YouTube.
- Contratar a un profesional que la instale.
Un profesional te va a dar la seguridad de que tu casa está realmente protegida, ¿verdad?
Del mismo modo, un asesor financiero es la persona que mejor puede orientarte para:
- Sanear tus finanzas y construir tu fondo de emergencia.
- Buscar las mejores opciones para invertir tus ahorros y hacerlos crecer.
- Protegerte ante los imprevistos (y ante tus propias emociones).
- Optimizar tu estrategia para que no se te vayan todas las ganancias en impuestos.
Y ojo porque a esto todavía le voy a dar una vuelta de tuerca más.
Como te he dicho, yo soy asesor financiero… pero uno un poco especial. Y es que yo diseño planes de vida financieros.
¿Qué es un plan de vida financiero?
Una estrategia de inversión que está 100 % adaptada a ti y a:
- Tus objetivos vitales: ajusto tu plan financiero a las metas que quieres alcanzar a corto, medio y largo plazo.
- Tu capacidad financiera: tengo en cuenta tu capital y cuánto dinero puedes ahorrar al mes para diseñar la estrategia de inversión óptima para ti.
- Tus preferencias y necesidades: ¿tienes productos financieros ya contratados? ¿Qué nivel de riesgo estás dispuesto a asumir? Todo esto también entrará en la ecuación.
Mi propósito es que alcances tus objetivos financieros… pero con la seguridad de saber que tu dinero estará blindado ante los imprevistos.
Si quieres que te cuente más sobre cómo puedo ayudarte, entra aquí y reserva una reunión gratuita conmigo.
¡Te veo muy pronto!