Supongo que tú, como todo el mundo, tienes varios sueños que te gustaría cumplir.

Sueños que, en muchos casos, cuestan dinero. 😉

Ya sabes: hacer un gran viaje, comprarte una casa con jardín, montar un negocio… o simplemente vivir tranquilo y sin preocupaciones por el dinero. 

Y quizá hayas asumido que algunos de esos sueños están fuera de tu alcance (salvo que por fin te toque el Euromillón la semana que viene).

Pero no tiene por qué.

Con una buena planificación, puedes convertir esos sueños en objetivos financieros realistas y alcanzables.

Te lo digo por experiencia.

Como asesor financiero, mi trabajo es ayudar a mis clientes a alcanzar todas sus metas vitales a través de una buena planificación financiera.

Por eso este post.

Aquí te planteo diferentes ejemplos de objetivos financieros personales que puedes marcarte a lo largo de tu vida. 

Pero además te mostraré cómo es posible hacerlos todos realidad con una buena planificación.

Vamos allá.

[EJEMPLOS DE OBJETIVOS FINANCIEROS PERSONALES] EMPECEMOS POR DEFINIR QUÉ ES UN OBJETIVO FINANCIERO

Un objetivo financiero es una meta económica asociada a un propósito o sueño concreto.

Por ejemplo:

  • Ahorrar X € para viajar por el sudeste asiático dentro de 2 años”.
  • Ahorrar para costear la entrada de una casa que cuesta X €”.
  • “Invertir en productos que me generen una renta de X € al mes cuando me jubile, y así mantener mi estilo de vida”.

Todos estos son ejemplos de objetivos financieros.

Cuando tienes tus objetivos financieros bien definidos, puedes trazar un plan que te permita alcanzarlos y hacer realidad tus metas vitales.

Ahora te muestro cómo.

6 EJEMPLOS DE OBJETIVOS FINANCIEROS PERSONALES A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO (+ EXPLICACIÓN DE CÓMO ALCANZARLOS)

Como te decía, mi función como asesor financiero personal es ayudar a mis clientes a alcanzar todas sus metas vitales a corto, medio y largo plazo.

Y para ello les diseño planes de vida financieros: estrategias muy personalizadas donde tengo en cuenta:

  • La situación actual de sus finanzas (cuánto dinero tienen ahorrado, cuánto pueden ahorrar al mes, si tienen deudas, etc.).
  • Sus gastos e ingresos mensuales.
  • Los productos financieros disponibles en el mercado que mejor se adaptan a sus objetivos y prioridades.

De esta forma puedo diseñar una planificación realista, que te permita alcanzar todos tus objetivos financieros y hacer realidad tus metas vitales.

Para que lo veas más claro, te pongo algunos ejemplos de objetivos que podríamos incluir en tu plan de vida financiero.

#1. Objetivos financieros a corto plazo (menos de 1 año)

Los objetivos financieros a corto plazo son los que pretendes alcanzar en el plazo de 1 año como máximo.

Hay mil ejemplos, pero te doy dos muy comunes:

A. Crear un fondo de emergencia

A mis clientes siempre les explico que lo primero, si no tienen uno, es crear un fondo de emergencia.

Es decir: un colchón financiero que te permita cubrir gastos imprevistos sin endeudarte.

Por ejemplo, si tu coche tiene una avería grave, si te quedas sin trabajo…

Lo más común es ahorrar suficiente dinero para cubrir todos tus gastos durante 6 meses, pero puede ser más o menos según tu situación financiera.

Diferentes contextos, diferentes objetivos.

B. Planificar una compra o gasto importante

¿Qué pasa si dentro de 6 meses quieres hacer una pequeña reforma y necesitas ahorrar para costearla?

No hay problema.

Dentro de tu plan de vida financiero destinaremos también una parte de tus ingresos a este objetivo.

#2. Objetivos financieros a medio plazo (1 a 5 años)

Los objetivos a medio plazo son aquellos que esperas alcanzar en un plazo de 1-5 años.

Por lo general, estos objetivos tienen un importe superior (son metas más grandes y que cuesta más dinero hacer realidad). Por eso lo ideal es ponerte a trabajar sobre ellos cuanto antes.

Voy con más ejemplos.

A. Realizar un viaje soñado

Imagina que quieres viajar a Tailandia dentro de 3 años. Calculas que el viaje completo (contando con alojamientos, avión, etc.) te costará unos 5.000 €.

En este caso, podemos:

  • Comenzar a ahorrar simultáneamente para tus objetivos a corto plazo y para el viaje (si tus ingresos lo permiten).
  • Centrarnos primero en los objetivos a corto plazo, y luego ahorrar para el viaje (por ejemplo, una vez terminas de ahorrar para la reforma, el dinero que estabas apartando todos los meses para ese objetivo lo destinas ahora a costear el viaje).  

Buscaremos el camino que sea más óptimo (y factible) para ti.

B. Montar un negocio

Quizá tu sueño es montar una cafetería, y te has propuesto hacerlo en un plazo de 5 años.

Entonces tendrás que ahorrar para cubrir los costes iniciales: equipamiento, licencias, alquiler del local…

Además, no olvides que un negocio necesita tiempo para estabilizarse y empezar a generar beneficios.

Por eso, algo que puedes hacer es ampliar tu fondo de emergencia para que cubra, al menos, 1 año de tus gastos personales. Así tendrás margen para hacer crecer tu proyecto con calma, sin agobios, sabiendo que tus necesidades básicas están cubiertas.

Como te decía, adaptamos tu plan financiero a tus metas vitales. Y si tu meta es emprender, vamos a planificar tus finanzas para que puedas hacerlo con seguridad.

#3. Objetivos financieros a largo plazo (más de 5 años)

También debemos planificar a largo plazo, para alcanzar objetivos en un plazo superior a cinco años.

Por ejemplo: costear tu jubilación, comprarte una segunda residencia para el futuro…

Y me dirás:

Carlos, esto es mucho dinero. ¿Cómo voy a ahorrar para todo a la vez? ¿Viaje, emprender, comprarme otra casa, la jubilación…? Tendría que ganar un dineral al mes”.

Y es cierto: ahorrar para todo a la vez puede parecer inalcanzable.

Por eso, en tu plan de vida financiero también trabajo con productos de inversión.

Invertir tu dinero te permite ponerlo a trabajar para ti y multiplicar tus ahorros con el tiempo.

De esta forma sí que puedes trabajar en todas las metas que te he explicado hasta ahora, y al mismo tiempo alcanzar otros objetivos como:

A. Pagar la universidad de tus hijos

Quizá tienes un niño de 10 años, y ya estás pensando en ahorrar para cuando vaya a la universidad.

Quieres reunir suficiente dinero para cubrir todos sus gastos (matrícula, alojamiento, etc.).

Vas a tener que ahorrar bastante… pero tranquilo, porque no te hará falta meter la mitad de tu sueldo en el fondo para la universidad. 😉

En vez de eso, haces aportaciones periódicas a un fondo de inversión. Ese dinero que vas invirtiendo te genera rentabilidad (se multiplica con el tiempo).

De esta forma, para cuando tu hijo empiece sus estudios ya tendrás suficiente dinero para pagarle la universidad que quiera.

Ojo, estoy simplificando mucho (habría que valorar muy bien qué productos de inversión escogemos según la rentabilidad que te ofrezcan, el nivel de riesgo, etc.). Pero es para que te hagas una idea.

6. La jubilación y una vejez tranquila

Imagina que tienes 35 años y ya estás pensando en invertir para tu jubilación. 

En este caso, podrías invertir en productos de inversión para aumentar tu patrimonio de cara a la jubilación.

Y no, no me refiero solo a los planes de pensiones tradicionales.

Hay otras opciones como los PIAS, los seguros Unit Linked o incluso los fondos de inversión.

Lo importante, como te decía, es analizar cuáles de esos productos se adaptan mejor a tu perfil y objetivos.

¿NECESITAS AYUDA PARA DEFINIR TUS OBJETIVOS FINANCIEROS PERSONALES Y TRAZAR UN PLAN PARA ALCANZARLOS?

Si te quedas con una sola idea tras leer este artículo, que sea esta:

Alcanzar tus metas vitales es posible; y no necesitas que te toque la lotería, ahorrar 500 € al mes ni meterte en inversiones de alto riesgo.

Lo único que necesitas es una buena planificación. Una adaptada a:

  • Tus objetivos a corto, medio y largo plazo.
  • Tu situación financiera.
  • Tus prioridades y necesidades.

Yo puedo ayudarte con esto.

Si quieres que te diseñe un plan de vida financiero que te permita convertir todos esos sueños que tienes en la cabeza en metas alcanzables, solo tienes que entrar aquí y reservar una videollamada gratuita conmigo.